1. Los juguetes infantiles pueden movilizar el entusiasmo de los niños por las actividades.
El desarrollo físico y mental de los niños se logra a través de actividades. Las niñas pueden jugar, manipular y utilizar libremente los juguetes, y están en consonancia con los pasatiempos psicológicos y los niveles de capacidad de los niños. Puede satisfacer sus necesidades de actividad y mejorar su entusiasmo por las actividades.
Por ejemplo, los niños montan naturalmente en juguetes de “caballo mecedor” y los balancean hacia adelante y hacia atrás, lo que no solo satisface sus requisitos de actividad, sino que también les hace tener emociones positivas y felices, por lo que nunca se cansan de jugar con ellos.
Otro ejemplo es el juguete “muñeca”, que puede hacer que los niños pequeños realicen una variedad de actividades. Los niños de todas las edades utilizan muñecas para jugar juegos basados en sus propias experiencias de vida, que pueden variar de simples a complejas.
2. Los juguetes de los niños pueden mejorar la comprensión perceptiva.
Los juguetes para niñas tienen las características de imágenes intuitivas: los niños pueden tocar, sostener, escuchar, soplar, ver, etc., lo que favorece el entrenamiento de diversos sentidos.
Por ejemplo, las torres de colores, los juguetes moldeados por soplado, diversas muñecas y animales de juguete favorecen el entrenamiento visual; los ositos musicales, los pianos pequeños, las panderetas, los sonajeros pequeños, etc., pueden entrenar el oído.
Los bloques de construcción, las láminas de plástico y los modelos estructurales pueden ayudar desarrollar la percepción espacial; varios rompecabezas, juguetes con incrustaciones, juguetes de plástico blando, etc. pueden ejercitar el sentido del tacto.
Los carritos, carritos, triciclos, vehículos de dos ruedas, etc. también pueden contribuir al desarrollo del sentido cinestésico. Los juguetes no sólo enriquecen el conocimiento perceptual de los niños mientras desarrollan sus habilidades sensoriales y motoras, sino que también ayudan a consolidar las impresiones que los niños obtienen en la vida. Cuando los niños no tienen una amplia exposición a la vida real, entienden el mundo a través de los juguetes.
3. Los juguetes infantiles pueden estimular las actividades asociativas de los niños.
Por ejemplo, los juguetes de hospital y las casas de muñecas pueden despertar asociaciones de los niños con hospitales y familias, y alentarlos a participar en juegos de rol creativos; algunos juguetes de herramientas de trabajo pueden hacer que los niños realicen trabajos simulados como plantar árboles, cavar ríos y construir edificios.
Algunos juguetes se utilizan especialmente para el entrenamiento del pensamiento, como varios juegos de ajedrez, varios juguetes intelectuales, etc., que pueden mejorar el análisis, la síntesis, la comparación, el juicio, el razonamiento y otras habilidades de los niños, y cultivar la profundidad, flexibilidad y agilidad del pensamiento.
4. Participar activamente en actividades como pensar e imaginar y expresarlas a través de otras actividades de las manos o el cuerpo.
Por ejemplo, al jugar con juguetes “de plástico”, los niños necesitan concebir, imaginar y seleccionar materiales para lograr el propósito establecido; al ensamblarlos necesitan utilizar tanto las manos como el cerebro.
Los niños pequeños también encontrarán algunas dificultades al usar juguetes, dificultades que les obligarán a confiar en sus propias fuerzas para superarlas y persistir en completar las tareas, cultivando así la excelente cualidad de superar las dificultades y trabajar duro.
5. Ayuda a cultivar conceptos colectivos y espíritu cooperativo.
Algunos juguetes requieren que los niños pequeños los utilicen juntos. Por ejemplo, los juguetes “teléfonos” necesitan que ambas partes hablen e incluso un buscapersonas, lo que puede ayudar a los niños a comprender las experiencias de aprendizaje y de vida y practicar la cooperación con sus compañeros.
Otro ejemplo es el propio juguete de “cuerda larga”, que requiere que muchos niños lo utilicen colectivamente. En el juego de saltar la cuerda larga, los niños coordinan los movimientos de los demás y mejoran el concepto colectivo.